viernes, 28 de diciembre de 2012

ETAPAS EN LA ESCRITURA INFANTIL

Disgrafía

Dislexia




Las primeras manifestaciones escriturales de un niño se producen a muy temprana edad, cuando todavía no es capaz de racionalizar su acto escritural.
El niño experimenta una agradable satisfacción, pintando sobre cualquier soporte (suelo, pared o papel).
Sus primeros movimientos que tratará de controlar serán circulares y así se encontrará dotado de habilidad para poder comenzar a realizar las primeras letras.

Fundamentalmente existen tres etapas de aprendizaje de la escritura:

  • Etapa precaligráfica; aquí las normas escriturales aprendidas o en curso de aprendizaje por el niño, todavía no pueden ser respetadas en su totalidad dada la falta de habilidad muscular y cerebral del niño para el desarrollo de la escritura.
  • Etapa caligráfica: la escritura se vuelve menos brusca que antes. Existe un mayor control de su tamaño, horizontalidad, etc.
  • Etapa postcaligráfica; se corresponde con la adolescencia, cuando el individuo, al comenzar a utilizar su escritura para fines distintos de los exigidos en el ámbito escolar, comience a imprimir sus rasgos personales en la escritura.
Por otro lado, la firma desarrolla, al igual que la escritura, los mismos mecanismos cerebrales y musculares. A diferencia de la escritura, con la firma realizamos cambios estéticos constantes a pesar de mantener un común denominador en ella. 

Existen dos fases con respecto al desarrollo de la firma:
  • Identificación estética. El individuo realiza la firma de forma que le parezca acorde a sus concepciones de cánones estéticos.
  • Identificación personal. El firmante comienza a concienciarse sobre el valor legal y obligacional de su firma, con lo que inconscientemente concibe a la misma como una representación de su identidad y, por consiguiente, transmite a la misma todos los rasgos de nuestra personalidad.


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